Incomprensión
Sin duda, hay una gran cantidad de dolores y sufrimientos por los que probablemente pasaremos todos en el transcurso de nuestras vidas.
Unos podrán ser dolores propiamente físicos y otros sentimentales, pero junto al desamor, la incomprensión es uno de los que pondría en un estatus más elevado en cuanto a la intensidad y profundidad con la que cala dentro de nuestro ser, produciendo mucho daño en nuestros corazones.
Esta situación puede darse por varios motivos, principalmente por la falta de diálogo y comunicación, pues este es uno de los pilares fundamentales y base para el entendimiento mutuo.
Hay que aclarar que no siempre se llega a este punto por ser poco comunicativos, en ocasiones la incomprensión es el fruto de nuestra actitud protectora ante muchas de las personas que realmente nos importan.
En ocasiones esa actitud protectora nos lleva a ocultar circunstancias difíciles por las que hemos atravesado o estamos atravesando, situaciones angustiosas de nuestra vida, cosas que nos han hecho o hacen mucho daño y que no compartimos con las personas que más queremos y amamos precisamente para que estas no sufran con nosotros también.
Aquí ya no es una cuestión de no querer dialogar, no se trata de ser poco comunicativos, aquí es más un simple tema de protección y amor hacia esas personas que son tan importantes para nosotros y a las cuales, no queremos hacer partícipes de nuestro sufrimiento, porque no queremos que ellas sufran con nuestro dolor.
Cuando esto sucede, puede que esas personas a las que nosotros tanto queremos y amamos, sean justamente las mismas que nos critiquen o juzguen ciertas acciones o comportamientos que están basados en esas circunstancias que ellas desconocen y es aquí donde nuestro dolor y sufrimiento se hace mucho mayor, pues estas personas están juzgando algo sin conocer el motivo o motivos que nos impulsaron a ello.
Pocas cosas son tan dolorosas como este tipo de incomprensión, pues se sufren por partida doble.
Primeramente por el motivo que lo causó y después, por la incomprensión de las personas a las que amamos e intentamos proteger.
Normalmente este tipo de incomprensión la sufren aquellas personas denominadas autosuficientes, pues ellas han aprendido a resolver sus propios problemas sin necesidad de meter a otras personas en el medio, pero por experiencia propia sé que el precio a pagar es demasiado alto.
Hoy en día intento evitar este tipo de incomprensión porque he aprendido que las personas que verdaderamente te quieren, van a sufrir de todas formas, ya sea por lo que les intentas ocultar o por las situaciones que no comprenderán después debido a ese motivo.
Por eso en la actualidad comparto con las personas que realmente me importan aquello que me aflige, me angustia o me preocupa.
Con esto no quiero decir que espero que estas personas resuelvan mis problemas, pues sigo siendo igual de autosuficiente, tampoco significa indiferencia ante si sufren o no, pues no es así y como ya comenté, sea de una forma u otra el sufrimiento es como un árbol, siempre buscará la manera de extender sus ramas.
Por lo tanto, lo que quiero decirte con esto por si te sirve de ayuda, es que las personas que te aman de verdad son aquellas que estarán siempre a tu lado, tanto en los buenos como en los malos momentos y una carga repartida entre dos, siempre es más fácil de llevar que si la intenta llevar uno solo.
Créeme, a veces la cuestión no es si puedes cargar con más peso a tus espaldas, sino más bien de si puedes encontrar la forma de aligerar ese peso y descargar lo que ya no necesitas.
Además, si después de ese acto de entrega por tu parte alguien quiere criticarte, su incomprensión ya no será fruto del desconocimiento, sino que será fruto de su falta de empatía y comprensión hacia ti, tus problemas y tus circunstancias y por consiguiente, también esa persona ya no será digna de tu confianza y por supuesto, de tu amor.
Pero quiero que recuerdes algo que es muy importante, la incomprensión sufrida por ellos es culpa tuya si has sido tú quien no les has dado la oportunidad de que puedan comprenderte.
Para finalizar, si tú eres una de esas personas protectoras de las que hablo, sin duda también eres una persona experta en disfraces.
¿Qué quiero decir con esto?
Pues que eres una persona que has aprendido a ponerte una máscara ante los demás para que no puedan ver el sufrimiento que llevas por dentro y esto, también te aleja de las personas que tal vez puedan ayudarte en la medida de sus posibilidades.
Como bien sabes, la mayoría de las personas que te conocen piensan o creen gracias a esa máscara que te pones que siempre estás muy bien y que no tienes problemas o que si los tienes, no son muy graves y por eso ellos normalmente son los que acuden a ti y te piden tu ayuda.
Por tu lado, tú siempre que puedes se la das aunque en verdad seas tú quien posiblemente más la necesite y cuando te niegas a dársela, (porque no puedes no porque no quieres), ellos no entienden esa negativa y una vez más te vuelven a juzgar injustamente, lo cual te lleva otra vez a ese estado de incomprensión.
Debes entender esto si no quieres sufrir siempre por lo mismo, has nacido sin máscara porque eres un ser único, con tus defectos y virtudes, con tus fortalezas y debilidades, a quien le importes de verdad, quien te ame profundamente, intentará ayudarte a convertir tus defectos en virtudes y tus debilidades en fortalezas, pero en ningún caso, intentará ponerte una máscara para que seas la persona que no eres.
Abre tu corazón al mundo, extiende tus brazos y deja que el amor de aquellas personas que realmente te quieren, te abracen y muestren su verdadero cariño y una nueva vida se postrará ante tus pies.
Una vida en la que la incomprensión de los seres amados no dañará tu alma ni tu ser y por tanto, también serás más feliz.
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