El regalo de la vida

El regalo de la vida

Este capítulo trata sobre el mejor regalo que puedes recibir, el regalo de la vida.

El día 14 de febrero se celebra en algunos países el llamado día de San Valentín y en otros, el día de la amistad.

Como seguro ya sabes este día al igual que otros tantos que están marcados en el calendario, se han convertido en días de gran consumo, donde todos esperan recibir algún regalo que les demuestre el cariño o amor que sienten los demás hacia ellos.

Yo soy antidías especiales, porque considero que todos los días deben de serlo y no solo aquellos que están señalados cada año en una lista o en una agenda.

En el 2017 tuve la gran fortuna de poder pasar este día (o al menos parte de él), con 3 de las personas que más quiero en este mundo: mi abuela materna y mis tíos de Mallorca, los cuales son casi como otros dos padres más para mí.

Difícilmente podría pedir más, pues mi abuelita ya tenía 83 añitos y cada día que paso con ella, es un gran regalo para mí.

Yo no te voy a decir que le compres algún regalo a vuestros seres queridos en este día, porque eso no es demostrar amor ni amistad, yo lo que te quiero decir es que regales tu presencia a esas personas que hacen tu vida mejor, porque eso, sí es algo único que no podrás comprar en ningún sitio.

Estas líneas las estoy escribiendo mientras arropado en mi cama, pienso en todas las personas que son importantes para mí y reflexiono en cómo sería mi vida mañana si alguna de ellas ya no estuviese al levantarme al alba.

Las personas son y deberían ser, los mejores regalos que deberíamos recibir siempre, porque seamos realistas, por más dinero y posesiones que puedas acumular en tu vida, no podrás conseguir con lo atesorado alargar ni un solo segundo más la vida de aquellos que nos han acompañado y querido mientras han estado vivos a nuestro lado.

¿Cuánto pagarían los millonarios por poder tener a ese ser querido y que ya no está un mes más en sus vidas, una semana, un día, una hora, un instante, aunque fuese solo para poder despedirse?

Bueno, todos sabemos que cuando nos llegue la hora, no habrá dinero suficiente en el mundo que pueda hacer que nos quedemos un poco más, pues nuestro tiempo es finito, no infinito y por lo tanto, yo te hago esta pregunta ¿por qué entonces vivimos como si creyésemos que somos inmortales?

Supongo que podríamos imaginarnos muchas respuestas para esta pregunta, pero seguro que ninguna de ellas sería lo suficientemente buena para nuestro ego y arrogancia.

Los humanos y todas las especies que viven en la Tierra nacen, viven, se reproducen y finalmente, mueren, es el ciclo natural de nuestro existir.

Todos somos conscientes o eso creo, de este hecho contrastado, pero de lo que no somos conscientes es del gran regalo que supone el tiempo, tanto del que podemos disfrutar nosotros, como el de aquellas personas que nos acompañan en nuestro ciclo de vida.

Me gustaría que antes de ir a comprar tu próximo regalo, ya sea en estas fechas o en otras más adelante consideradas por la sociedad como “especiales”, te pares a pensar en esto que te acabo de decir aunque sea por un solo instante.

Hazlo y comprenderás inmediatamente que comprar regalos es el método que ha creado la sociedad de consumo para mantener contento a tu ego y justificarte así por el tiempo que no estás con las personas que quieres y te importan de verdad.

Pero déjame decirte que no habrá regalo lo suficientemente grande ni caro, que ocupe el hueco que dejará esa persona cuando ya no esté.

¿Quieres regalar algo de verdadero valor?

Regala parte del tiempo que se te ha concedido en tu vida para estar con las personas que quieres y te importan, porque cada segundo que pasa y no lo utilizas de forma adecuada, será tiempo que después te arrepentirás de no haber sabido utilizar sabiamente.

Las personas que son importantes para ti no estarán ahí siempre, así que puedes malgastar tu dinero, pero no malgastes tu tiempo ni seas egoísta con él.

Si no puedes estar con esas personas todo lo que te gustaría por circunstancias de la vida, llámalas de vez en cuando para preguntarles como están.

Habla con ellas para que escuchen tu voz y sientan tu calor, hazles una visita inesperada, sorpréndelas con tu presencia, demuéstrales que son importantes para ti, comparte momentos con ellas, ayúdalas si puedes o si lo necesitan.

No siempre se necesita dinero para ayudar, a veces las personas tan solo necesitan hablar, ser escuchadas o tener alguien a su lado que les haga compañía, sobre todo si se trata de personas mayores que están solas. En resumen, deja tu huella como ser humano allá por donde vayas, solo tienes una oportunidad en esta vida para hacerlo bien y para hacerlo ahora, ¡aprovéchala!, mañana tal vez sea demasiado tarde y ya no puedas.

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