Capas

Capas

Es curioso ver como el ser humano nace en esencia puro, y con el paso del tiempo según va creciendo y haciéndose mayor este se cubre cada vez con capas y más capas que ocultan su verdadero ser.

Seguro que no es la primera vez que escuchas hablar sobre la inocencia de un niño y es cierto.

Al nacer venimos al mundo totalmente desnudos, sin prejuicios preconcebidos, sin rencores, sin maldad ni egoísmo, sin dinero, sin mentiras y sin infinidad de tantas cosas que no son necesarias para el ser humano y que muy por el contrario, son perjudiciales tanto para nuestra sociedad como para nosotros mismos y el mundo en el que vivimos.

Es por esto mismo que los bebés recién nacidos son los seres más puros que existen sobre la faz de la Tierra, porque ellos no vienen cargados con esta mochila.

Es justo después cuando empezamos a cargarla con todo este lastre que vamos adquiriendo a través de las enseñanzas que nos inculcan, el entorno en el que vivimos y nuestras propias experiencias.

He aquí la complejidad de encontrar a una persona adulta que tenga un alma pura y un corazón noble y bueno.

¡Qué increíblemente bueno sería si todas las personas conservaran esa inocencia tan maravillosa de la niñez y en sus mentes y corazones no se albergase tanta maldad, mentiras, odio ni rencor!

Cada prejuicio que tenemos, cada mentira que contamos o que nos cuentan, cada experiencia negativa, enseñanza errónea, frustración por el qué dirán, miedo a mostrarse tal cual eres y presión a la que estamos sometidos por la sociedad en la que vivimos, es una nueva capa que nos vestimos y que nos aparta de nuestro verdadero yo, para dejar ver simplemente algo que en realidad, no somos.

Las personas hoy en día se preocupan más por aparentar que por ser, lo que a mi humilde entender es algo triste que no los conduce a ningún buen lugar.

También existen otro tipo de capas además de las que te he comentado y las cuales te impiden ver con total claridad la verdad de lo que en algunas ocasiones buscas y encuentras.

Me refiero a capas como pueden ser un buen trabajo, una vivienda, dinero, un físico bien trabajado en el gimnasio, etc., cosas que pueden inducir a pensar en un mejor estatus social o económico cara a los demás.

Todo esto puede ayudarte a abrir muchas puertas y mejorar tu vida en muchos aspectos, pero sin duda alguna con cada capa que agregues a tu vida vas a poner un fino velo sobre tus ojos que cada vez te impedirá ver más lejos y mejor.

Seguramente con cada “éxito” que consigas, más gente se acercará a ti, pero créeme, las únicas personas que realmente merecen la pena son aquellas a las que les importas sin nada de eso, pues estas son las que de verdad te quieren por lo que eres y no por lo que tienes o puedas llegar a tener.

Yo he aprendido muchas cosas valiosas en mi vida, pero una de las que considero más importantes fue precisamente la que me permitió despojarme de ciertas capas para cerrar los ojos y ayudarme así a empezar a ver con total claridad.

Si quieres hallar la verdad de algo que para ti es muy importante, tal vez tengas que sacrificarte durante un tiempo y prescindir de muchas capas que ahora no te dejan ver, pero si lo haces, te aseguro que todo el esfuerzo y dolor que tengas que soportar, al final merecerá la pena, pues te encontrarás con la auténtica, pura y genuina realidad.

Llegado a este punto no habrá más disfraces ni mentiras y podrás empezar a construir de nuevo, pero con la diferencia que esta vez tendrás mucha más experiencia, sabiduría y lo harás sobre unos cimientos sólidos que no se derrumbarán. A eso tienes que sumarle la confianza que te proporcionará saber que lo que has conseguido en estos momentos es totalmente auténtico y sincero. Si necesitas un motivo más que te ayude a tomar la decisión de despojarte de estas capas que ahora estorban tu visión, vuelve a leer el capítulo (retroceder a veces, es sinónimo de avanzar)

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