Amor, amor, amor

AMOR

Amor, amor, amor

Seguramente la palabra amor sea una de las más conocidas y universales que existe, pues posiblemente esté presente en todos los vocabularios e idiomas del mundo, tanto presentes como pasados.

En síntesis, la palabra amor es utilizada para indicar un sentimiento intenso hacia alguien o hacia algo en concreto, pues además del amor hacia las personas, también se suele hablar de amor hacia los animales, amor al trabajo, amor a una profesión y una larga lista de frases en las que está presente esta palabra, haciendo siempre referencia a este sentimiento intenso.

Un hecho que está contrastado es que normalmente cuando las personas hablan de amor o piensan en amar a alguien, automáticamente asocian esta palabra con la idea de pasarlo bien, con disfrutar y reír al lado de esa persona que considera especial, pero amar a alguien, creo que es mucho más que eso.

A veces, amar duele y mucho, a veces, amar a alguien significa desear lo mejor para el ser amado aunque eso implique que no vaya a estar a tu lado.

Cuando yo me divorcié en el 2011 de mi exmujer, tuve que tomar una de las decisiones más difíciles de toda mi vida, decidir si quería quedarme con mi “niña”, (una perrita Yorkshire encantadora) o decidir si quería que se la quedase ella.

Al final mi decisión fue que mi niña debía quedarse con mi exmujer, egoístamente me la hubiese quedado yo sin pensarlo ni un solo segundo, pero recordando lo que la perrita había hecho por mí unos años atrás, creí que se lo debía y que era lo correcto en ese momento.

Ella y nadie más que ella, con su cariño, con su amor, con su alegría y vitalidad, con los besos que me daba y la fiesta que me hacía cuando yo llegaba a casa, la emoción con la que vivía ese momento en el que parecía que hacía siglos que no me veía aunque solo hiciese 5 minutos que acabase de salir y volviese a entrar, fue la que me ayudó a superar una depresión, que afortunadamente y gracias en gran parte a ella, duró poco tiempo y todo pudo volver a la normalidad.

La razón de dejársela a mi exmujer fue porque yo decidí mudarme de Mallorca a Galicia y a la perrita no le gustaba nada la casa de mi madre, que era de momento donde me quedaría mientras buscaba el nuevo emplazamiento de mis oficinas y mi nueva vivienda.

Por mi parte, yo sabía que seguramente la perrita no tardaría en ir para la casa de mis exsuegros, lugar donde ella era súper feliz persiguiendo a los gatos que había en casa, jugando y retozando por el terreno y haciendo largos paseos con mi exsuegro.

Un año y medio después de mi divorcio, tenía que ver a mi exmujer en Mallorca, ocasión que quería aprovechar para pedirle que me dejase quedarme con ella, pues yo ya estaba preparado para poder tenerla en las condiciones que ella se merecía. Entonces, justo antes de llegar a decirle nada, me enteré de que la perrita había muerto en casa de sus padres al ser atacada por otro perro.

No te puedo contar el dolor indescriptible que sentí en ese momento, recuerdo que lloré hasta casi perder el aliento.

Aún hoy en día no hay vez que no me acuerde de ella y que no me caiga alguna lágrima.

Sé que hice lo correcto al tomar aquella decisión, porque seguí lo que me dictaba el corazón. Nunca sabré si hubiese cambiado algo el hecho de habérmela quedado yo, lo que sí sé es que la amaba y lo sigo haciendo, pues sigue presente en mi corazón.

Seguramente te preguntarás por qué te he contado este fragmento de mi vida privada que es doloroso y triste y qué es lo que te quiero transmitir con ello.

Bien, lo que quiero decirte es que es posible que te encuentres durante tu vida en la encrucijada de tener que tomar alguna decisión similar a la que yo tuve que tomar en su día con mi niña.

Pero te diré que yo creo en el destino y en que todo pasa por algo, tal vez no podamos hacer nada por cambiar nuestro destino, tal vez con cada decisión que creemos tomar solo estemos siguiendo el guion que nos han asignado incluso antes de nacer, pero indistintamente de en lo que creas o no, lo que te puedo decir es que amor no es igual a posesión.

Y amar, es desear lo mejor para la persona o el ser amado, incluso aunque esto pueda ser o no, lo mejor para ti.

Si tienes a una persona especial en tu vida, ya sea tu pareja, mujer o marido, si amas a esta persona de verdad, no cometas el error de considerar que es una posesión tuya, porque simplemente, no lo es.

Créeme, si esa persona está contigo no es porque la hayas comprado, seguro que no fuiste a una tienda y la compraste como a una barra de pan, un coche o un vestido. Si esta persona está contigo es por una cuestión de elección, no de posesión.

Todos sabemos que siempre va a existir alguien que sea más guapo/a que tú, alguien más rico, más alto/a, más inteligente, más de esto o más de lo otro, por eso de lo único que tienes que preocuparte es en ser la mejor persona posible que puedas ser para tu pareja, para que cuando ella/él tenga que elegir entre tantas opciones que hay, siempre quiera elegirte a ti.

Yo no concibo los celos porque parto de esta misma premisa, nadie es posesión de nadie y todo el mundo es libre de elección, pienso que el creer que alguien es tuyo y asociar esto con el amor, es un gran error que lleva a la ruptura de muchas parejas.

El amor ya sea entre humanos, entre animales o entre diferentes especies, es un sentimiento precioso, realmente muy intenso y también es un sentimiento mágico e irracional.

Tomando como base mis propias experiencias en el amor, creo que aquella persona que no está dispuesta a hacer algún tipo de “locura” por amor, no sabe realmente lo que es estar enamorado/a y el significado que hay detrás de esta simple palabra.

Posiblemente el amor sea el sentimiento humano más difícil de explicar que existe, pues es un sentimiento que carece de toda lógica y que por lo tanto, no atiende a parámetros establecidos ni a pensamientos racionales.

La mejor forma de saber si has conocido el amor en tu vida y la mejor forma de saber si estás enamorado/a de alguien, es preguntarte si has sido o eres capaz de hacer algún tipo de locura por esa persona.

Entendiéndose por locura hacer algo que si pensaras fría y racionalmente con tu mente despejada y analizando las circunstancias, simplemente no harías.

También sabes que amas a alguien cuando por más que lo intentas, no puedes dejar de pensar en esa persona, cuando una y otra vez su carisma, su personalidad y su forma de ser, te vienen a recordar por qué te sientes irresistiblemente atraído/a hacia él o hacia ella.

Aquí no hablo de físico, porque si uno solo se fija en eso, entonces estamos hablando de deseo y no de amor, que son dos cosas totalmente diferentes.

Es más fácil que haya deseo sin amor, que amor sin deseo, aunque ambas hablando en términos de pareja, pues puedes amar a alguien (véase familia o amigos) y no tener en absoluto un sentimiento de deseo hacia esa persona.

Creo que no existe una fórmula secreta para el amor, pero unos excelentes ingredientes que no deberían de faltar nunca en esta receta serían: el respeto, la confianza, la sinceridad, el cariño, la comprensión, la amistad, el diálogo, la lealtad y la fidelidad.

Se han escrito infinidad de libros sobre el amor, pero sinceramente pienso que aún es un gran desconocido para muchos.

Gran cantidad de personas temen al amor, pues saben que es un sentimiento que según las circunstancias que lo acompañen, puede provocar tanto felicidad como dolor, ambas a partes iguales, pero si bien esto es cierto, yo creo que no hay nada más maravilloso que sentir esto dentro de uno y por eso, siempre merece la pena experimentarlo y vivirlo.

Al final, podríamos decir, que el amor es un ente vivo y al igual que una planta necesita luz y agua para vivir, crecer y multiplicarse, al amor le pasa exactamente igual.

El amor necesita cuidados, necesita cariño y necesita por supuesto atención, por eso si te paras a ver el mundo en el que vivimos, comprenderás que siempre vamos corriendo a todas partes y esta falta de tiempo hace que muchas veces, esas necesidades básicas del amor no estén atendidas correctamente y que por lo tanto, hagan que el amor se resienta.

Yo te pido por favor, que busques un poquito de tiempo cada día para poder proporcionarle al amor todo cuanto necesita, porque sin esos cuidados mínimos con total seguridad morirá.

Así que no dejes que caiga enfermo, no dejes que se marchite, porque… ¿sabes una cosa?, el mundo lo necesita tanto como tú y como yo.

Este capítulo se lo dedico como homenaje a mi niña, un ser entrañable que jamás olvidaré.

Post scríptum.

Estoy seguro de que aquellas personas que lean este capítulo y que tengan, o hayan tenido algún animal especial en su vida, sabrán que el amor no es un sentimiento ajeno a ellos y que por lo tanto, el amor entre diferentes especies también existe y es muy real.

¡Gracias a todos los que defienden y aman a los animales!

En muchos animales podemos encontrar un gran ejemplo de lo que es amor y de lo que es humanidad.

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